domingo, 26 de marzo de 2017

Invisibles

Ella decía que éramos invisibles, yo estaba convencido de que el mundo llegaba a desaparecer. Ese truco de magia donde beso a beso, caricia a caricia, espantábamos al frío hasta que contra las ventanas del coche nos ocultaba haciendo cortinas de vaho. Era entonces cuando nuestros cuerpos se hacían praderas y nuestros manos corceles desbocados llamados libertad, que sólo deseaban galopar. 

El mundo se volvió fácil, amable, no hay quien se arme para la guerra contra una sonrisa satisfecha. 

No había malentendidos porque no había nudos en la lengua, no había nada que no soportara la confianza. 

Había ganas de tanto cogidos de la mano, que pronto se atrevieron a jugar con el futuro y moldearlo con formas del próximo verano...

Lo mejor de estar juntos no sabía si era la confianza, hacerse invisibles,  hacer el mundo desaparecer, otros superpoderes... O esa sensación de saber que todo podía salir bien, que juntos podían ser héroes.

Sólo esperaba que todo fuera verdad, que no se quedara en un simulacro, en una sensación,  que el tiempo les diera la razón...