domingo, 11 de octubre de 2015

Volar en una tormenta

La vida tiene que ser una combinación perfecta entre volar y coleccionar relámpagos sin joderte las alas. 
Ayer cerré la puerta del portal y volé en una tormenta, coleccionando destellos entre los tirabuzones que hicieron mis manos en tu cuerpo. 
Se cerró la puerta del portal y se borró el mundo, yo quedé flotando girando alrededor de tu ombligo. Con cada beso subía algo más alto, con cada mirada me ponía en celo y la respiración empezó a ser una melodía perfecta de suspiros y gemidos. 
Acercarme a tu oído,  describirte un mundo sensaciones que encontraríamos en una cama, bajo un cielo de sábanas con una lluvia perpetua de lujuria, caricias y alas en la espalda, mientras pienso toda la poesía que saldría de nuestros cuerpos desnudos, tan juntos, que parezcan uno 
Mis labios y yo deseando ser agua para amoldarse a tu cuerpo, para cubrir cada poro de tu piel y hacerte sentir primaveras en otoño. Alterarte la sangre, el alma y la cabeza hasta volverte completamente loca y creas, al menos durante unos minutos, que sólo puedes vivir en este portal, al abrigo de mis manos y al sol de mi boca.

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