sábado, 3 de diciembre de 2016

Lo que nos debemos

Rompiste los relojes, montañas de arena dispuestas para forjar mil futuros, para soñar a lo grande, con primaveras, con mil maneras de salvar el mundo...

Llenaste mi cabeza de héroes, de revoluciones, de tiros por la paz, de dictaduras para la gente, de batallas para salvar el mundo...

Despertaste la conciencia, se cayó el velo y le dijiste simplemente, "o actúas o eres responsable" Fue como darle una pistola llena de balas, llena de ganas, señalarle a los malos y simplemente saber que si en diez años nada ha cambiado, saber que el cargador acabará en mi estómago. Todo sabrá a plomo, a frío, sabrá a resignación...

Viniste rompiendo, llenando, despertando... Y te lo agradezco, te lo debo.

Yo por mi parte, más discreto, iba sin espada, iba sin escudo, iba sin armadura y sin miedo. No habrá heridas, no habrá letra que con la sangre entra, simplemente habrá huellas. Yo me iré, pero habré sembrado pequeñas semillas. Yo me iré, o te irás tú, pero cuando le hables a alguien de los faros, llegará una pequeña alegría, se erizará la piel recordando tardes en un sillón arreglando el mundo y los labios se abrirán desbordados por una bonita sonrisa...

Cuando le hables a alguien de Frida, verás una foto colgada y vendrá a tu mente una tarde de cervezas, y de nuevo, tus labios te podrán y asomará una sonrisa... 

Cuando muestres orgullosa tu colección, te preguntarán cuál fue la primera película, tú te morderás el labio y de nuevo una pequeña felicidad te sacudirá el cuerpo y brotará una bonita sonrisa... 

Cuando hables con pasión de tiros, revoluciones, de héroes, recordarás que en un sillón un día educaste a un pequeño revolucionario, y de nuevo, no podrás evitar que nazca una sonrisa...

Esas sonrisas serán tuyas, pero las planté yo, así que en virtud de lo dicho por no sé qué poeta o poetisa, me las debes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario