sábado, 24 de enero de 2015

Puede que fuera Disney...

Puede que fuera el marketing, puede que fuera Disney…pero amo amar como si no hubiera mañana, rasgarme la camisa y arrancarme el corazón del pecho. Me creí que no hay mejor brisa que su aliento, me creí que no hay mejor brillo que su mirada, que después de ella no queda nada. Me creí que debía ser mitad siervo, mitad caballero y el completo príncipe de nuestro cuento. Me creí el para mí son órdenes tus deseos. Me creí el juntos podemos todos los sueños. Me creí la media naranja, cada cuento, cada amor eterno. Me lo creí, tan fuerte, que ahora lo siento.

Siento al verte que el corazón salta del pecho. Siento que quiero sentir tu aliento. Siento que el tiempo es el enemigo, cuando corre a toda prisa, cuando hablo contigo. Siento que se me ocurren por rato 100 besos, y no me atrevo a darte ninguno, si al menos se escapara uno…

Imagino que eso es lo bonito, que siento, que estás dispuesto a darlo todo por un sentimiento, sólo por darlo, por expresarlo, ni siquiera importa el resultado o cuál será el final del cuento, o siquiera si habrá cuento, o será algo que acabe llevándose el viento como todas las historias que no tienen el peso de importarle a alguien.

Sólo importa eso, que lo siento. La sangre hirviendo, la primavera en invierno y cada vez que te veo, un rayo recorriéndome el cuerpo…

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