domingo, 8 de febrero de 2015

Coge mi mano o me la corto

Te doy mi mano, si quieres la coges y si no me la corto. No hay mujer digna de ella, ni vuelo que quiera hacer sin ti. Si he sentido algo antes, eran brasas comparado con esta hoguera que encendiste en San Juan. 

Aún estoy atento a ver cuándo se cumplen los deseos que me arden 
dentro. El primer encuentro, el primer beso, la primera noche contigo, la primera vez que te vea sin chándal ni vestido, la primera caricia, el primer orgasmo y el primer gemido. Irnos conociendo, llegar a saber exactamente los pasos para que llegues al orgasmo. 

Sabernos tanto, todos nuestros razonamientos, los caminos principales y los atajos. 

Coge mi mano o me la corto. Sin ti, prefiero solo. 

Puede que acabe siendo uno de esos artistas trastocados que acaban escribiendo mil poemas a su “aquella Elena” y tallando figuras de madera. O quizás acabe intentando agarrarme a cualquier mujer, diciéndole a la mínima un te quiero, que se rompa a la semana cuando lo moje el tiempo. 

Contigo o sin ti. Pero si es contigo sin reparos, sin guardarnos nada, que no haya vuelta atrás, quemando los barcos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario