domingo, 31 de mayo de 2015

El discurso...

¡Madrid te voy a echar de menos!

No se tratará de lo bien o lo mal que lo pase en Valencia, no se tratará de eso.
Aunque me enamore de sus playas, del mar y todas las cosas que me niega Madrid, no se tratará de eso. 
Aunque me de por decir "nen", o empiece soltar diez palabras por segundo. Aunque la jota me deje de raspar la garganta al hablar, no se tratará de eso. 
Aunque me haga más de paellas, de chiringuitos, que de Bar Paco o Tapas y más, no se tratará de eso.
Aunque conozca mil personas, mil amigos, que me arranquen mil carcajadas, mil risas. Aunque pueda caerme mil veces porque tenga mil manos que me levanten. Aunque tenga mil personas alrededor que se graben a fuego, no se tratará de eso.

Madrid tendrá siempre esa magia de las primeras veces, Madrid es a la vez ese primer amor de verano, y ese primer amor de años y años. He visto a Madrid vestida de luto mientras todos los árboles dejaban morir sus flores y hojas en Otoño. Vestida de aguaceros y de traje blanco nieve de gala en invierno. Vestida con los colores más vivos que trajo la primavera, he visto cómo se iba acortando las faldas para ir alterando la sangre de todos los viandantes. Hasta llegar a verano, haciendo arder sus aceras, hasta proclamarse un toque no escrito de queda, empieza la vida nocturna y su famosa fiesta madrileña.
Madrid ya me ha raspado mi garganta demasiadas veces, ya tengo cicatriz, y en todos los acentos del resto de idiomas siempre dejaré su huella.
Valencia podrá darme mil amigos nuevos que se graben a fuego. Pero Madrid ya me ha dado mis amigos, mi gente, que a fuerza de tiempo, experiencias o simplemente cariño, ya se han quedado ahí. Son como una segunda piel, que tanto tiempo vistiendo al corazón, se ha fundido con la primera. 

Valencia grábate a fuego, pero tenlo claro, Madrid está primero.

Madrid, amigos, tenerlo claro, voy a decir algo obvio. Nunca, jamás, entraréis en el olvido. Arrancarme una capa de piel del corazón me parece algo cruel, y por lo visto pega el sol en Valencia, me parece una putada pasearme por ahí con el corazón en carne viva. 

¡Un abrazo a todos! Un abrazo Madrid. Gracias por todo.



2 comentarios:

  1. Moiso, ¡te echaremos de menos! Pero estás sólo a 3-4 horas en coche (o dos si vas en el mío, jaja) por lo que, en cuanto tengas un colchón de acogida, nos dedicaremos a invadir tu privacidad y a quitarte tu espacio personal :)

    Un abrazo,

    Raquel (alias tu acosadora)

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    1. Estaré encantado de ser acosado. Para ti, orden de acercamiento ;P Dejarme ver a quién tengo el piso compartido, en cuanto "le eduque" ;P, os venís.

      ¡Un abrazo enorme!

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