sábado, 16 de mayo de 2015

Me sorprendí diciendo "fascinado"

El otro día escribiendo a una amiga a la que conocí hace poquito, me sorprendí diciéndola justo eso, me tienes fascinado. Cuando digo esa palabra siempre me viene a la mente una imagen de una película, creo que era anime. Se podía ver a un niño mirando, al principio con ese miedo que da lo desconocido, una luciérnaga. Luego poquito a poquito, cuando el miedo se iba convirtiendo en confianza, el niño se iba acercando, iba acercando su manos y observando como sus manos cambiaban cuando se bañaban en la luz de la luciérnaga. Fascinado empezaba a jugar con las manos alrededor de la luciérnaga para ver cómo cambiaban con su luz.

Hay personas que cuando las conozco, me las imagino igual. Enormes y bonitas bolas de luz. Me imagino curioso brincando como un niño de lado a lado, viendo todos sus brillos, sombras y matices. Descubriendo cómo yo mismo cambio cuando su luz se refleja en mí, descubriendo cómo cambio gracias a estar cerca de ellos, los nuevos tonos y colores que adopta la piel de mis manos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario