Ambos
se despidieron con un cosquilleo en los labios, las brasas de las ganas que les
quemaban por dentro.
Ambos se quedaron con un cosquilleo en los dedos, pasión
contenida por las ganas de acariciar sus cuerpos.
Ambos se quedaron con un
cosquilleo en el tiempo, por las ganas que tenían de retrocederlo.
Y es que así
empezaban las mejores historias, hablando de dos, de cosquilleos y de ganas…
Muy cierto. Envidio tu facilidad para expresar los sentimientos
ResponderEliminarMuchas gracias! Esto en realidad son sentimientos inventados. Estoy escribiendo un libro, y aunque no es de amor la historia principal, sí hay un historia de amor entrelazada (soy un romanticón y el amor no podía faltar, la verdad xD). Con esto despido el capítulo en el que se despiden en la boca del metro el prota y la chica...
ResponderEliminarMe alegra que te guste por cierto ;)